“Contemplación, arte, técnica y razón”.

El comienzo de un producto industrial puede darse de diferentes maneras, la más directa y obvia es encontrar una solución a una necesidad existente donde hay un vacío al respecto. Este vacío puede darse por la inexistencia de dicho producto o por la resolución incorrecta del mismo.

Es por eso que, para responder a esto de forma correcta, la contemplación debe ser siempre el punto de partida para comprender dicha necesidad en su totalidad, emplear el arte para elevar nuestras ideas, para luego por medio de la técnica y la razón, formalizarlas y finalmente concretarlas.

Compartimos con ustedes la forma de ver nuestro trabajo, dejando que el resultado hable por nosotros.